EXISTENCIALIDAD DEL ARTE

EXISTENCIALIDAD DEL ARTE  

 ¿El arte es representación real?

Para mí, el arte no tiene que ser una copia exacta de la realidad. No creo que el arte sea solo un espejo que refleja lo que vemos. Más bien, es una reinterpretación, una forma de expresar emociones, ideas y símbolos que van más allá de la imagen literal. Por ejemplo, en una obra que me gusta mucho, un corazón florecido, no vemos un corazón anatómico, sino un símbolo que mezcla lo humano con lo vegetal y lo ancestral. Esa reinterpretación es lo que para mí hace que algo sea arte, no la imitación fiel.

Lo pulido en el arte

No siempre lo “pulido” o acabado con perfección es sinónimo de buen arte. En otras obras que he analizado, como los bordados de animales en telas rústicas, la belleza está en la imperfección y el toque artesanal. Lo pulido a veces puede ser solo una capa superficial que oculta emociones o mensajes más profundos. Hay una “estética del encubrimiento” cuando lo que se busca es solo impresionar con la apariencia, pero no transmitir algo auténtico.

Estética del encubrimiento

Este concepto me parece muy real en muchas expresiones artísticas actuales. Cuando el arte se centra solo en la superficie, en lo visual perfecto o en conceptos que no comunican, pierde su fuerza ética y reflexiva. Por ejemplo, vi una obra que usaba sonidos complejos, pero me resultó difícil entender el concepto, y desde mi experiencia, una persona sorda tampoco podría acceder a esa obra. Eso muestra cómo a veces el arte puede volverse excluyente y vacío si solo se enfoca en la forma sin contenido real.

Belleza como verdad

Para mí, la belleza no es algo superficial ni un estándar fijo. La belleza verdadera aparece cuando el arte logra conectar con nuestra sensibilidad y conciencia, cuando nos invita a pensar y sentir algo más allá de lo visual. Por ejemplo, las obras hechas con elementos naturales como hojas o semillas tienen una belleza efímera y simbólica que me habla de ciclos de vida y memoria natural, y ahí encuentro una verdad profunda.

El ideal de lo bello

Históricamente, la idea de lo bello ha sido muy limitada, asociada solo a perfección, simetría y armonía clásicas. Pero hoy creo que debemos abrir ese concepto y aceptar que lo bello puede ser imperfecto, áspero, frágil o incluso incómodo. La belleza real es diversa y plural, como la vida misma, y esa diversidad es la que me parece más honesta y valiosa en el arte.